Tres consejos para elegir tus productos de cosmética ecológica
¿Te interesa la cosmética ecológica y natural? Muy bien, el primer paso será saber determinar qué es este tipo de cosmética y cómo no dejarnos llevar por mensajes “engañosos” o ideas falsas.
¡Ahora es el momento de hacer un poco de limpieza entre tus productos de belleza en el baño!
Para ello, te vamos a ayudar mediante estos tres consejos elaborados para los principiantes en este maravilloso mundo de la cosmética ecológica.
Consejo 1: Saber echar.
¡Ironía del destino! Algunos productos de belleza son nefastos para la salud… Sí, has leído bien. Existen numerosos ingredientes en la composición de los cosméticos considerados como perturbadores hormonales, alérgenos, y hasta incluso cancerígenos.
Según las últimas investigaciones europeas, las toallitas, los antitranspirantes, los esmaltes y los autobronceadores son productos que deberíamos eliminar de nuestro uso cotidiano. En el punto de mira se encuentran las sustancias químicas, toxicas y agresivas contenidas en éstos. Por supuesto, se recomienda huir igualmente de todos los productos que contengan parabenos (cremas, champús,…) o cualquier sustancia indeseable, como por ejemplo: PEG, PPG, siliconas, SLS, aceites minerales, ftalatos, tolueno, etc.
Consejo 2: Verificar
Sabemos que la cosmética ecológica se encuentra en tendencia estos últimos años y, frente a este mercado en crecimiento, muchas marcas se aprovechan de palabras como “natural” o “bio” para trasladar una imagen positiva de sus productos de belleza. Pero como bien sabes, no es oro todo lo que reluce…e incluso si observas la palabra “natural” y un envase verde, no es sinónimo de que la crema que tengas entre las manos pertenezca a la cosmética ecológica.
Consejo 3: Descifrar
La cosmética ecológica engloba productos que respetan unos criterios predeterminados por organismos de certificación europeos, y que han sido elaborados en el eje de proteger la salud del consumidor y el entorno.
Como no existe una ley que defina la cosmética ecológica, y para ayudar al consumidor en el momento de la compra, estos organismos han creado unos certificados que aseguran que el producto responde correctamente a una serie de criterios, entre ellos: COSMEBIO, BDIH, ICEA, ACENE, NATRUE, etc.
Estos certificados garantizan, a diferentes niveles, un porcentaje mínimo de ingredientes de origen natural y transformado según una serie de procesos válidos: sin perfumes sintéticos, siliconas, derivados del petróleo, etc.
Otro de los aspectos es el respeto del entorno, proponiendo por ejemplo envases reciclables, evitando cualquier tipo de contaminación, etc.
Por último, aseguran también al consumidor que no se haya efectuado ningún tipo de prueba en animales de estos productos.
Ojo: muchos certificados con las palabras “bio” o “eco” están concebidos por las propias marcas y no corresponden a ningún organismo de certificación. Te recomendamos aprender a distinguir los diferentes sellos o bien comprar en una tienda online especializada en los productos de cosmética ecológica certificada.